En primer lugar, debemos saber qué son los trastornos de la articulación temporomandibular (ATM). Las articulaciones temporomandibulares son las dos estructuras situadas a ambos lados de la cara que unen los huesos temporales del cráneo con la mandíbula. Son las encargadas del correcto movimiento de la mandíbula y el maxilar.
Cuando la acción de las articulaciones temporomandibulares se ve alterada por diversos motivos, se crean problemas que afectan no solo a la zona en sí, sino también a la salud general del paciente.
Estadísticamente, estos trastornos afectan con mayor frecuencia a las mujeres de entre 40 y 50 años, y a las que tienen poco más de 20 años.
El tratamiento y el pronóstico del ATM varían en función de la gravedad de la enfermedad, así como de la afección ocasionada. El problema se resuelve cuando todo el sistema, y no solo la articulación temporomandibular, se reorganiza en una situación óptima, recuperando sus funciones originales.
En este artículo, desde Doctor Toledo te contamos cuáles son los síntomas de los trastornos temporomandibulares y cómo se diagnostican.
Síntomas del trastorno de la articulación temporomandibular
Los síntomas que pueden indicar un problema en la zona temporomandibular son, principalmente, dolor al masticar, dolores de cabeza, ruidos anormales producidos por las articulaciones de la zona afectada e incluso bloqueo de la mandíbula.
En los casos más avanzados, el dolor puede extenderse también a la zona del cuello y los brazos, produciendo contracturas, mareos, sensación de oídos taponados y sueño intranquilo.
Muy a menudo, cuando se padecen trastornos temporomandibulares, se tiene la sensación de que el dolor percibido proviene de las proximidades de la articulación y no de la articulación en sí misma. No obstante, los síntomas como los dolores de cabeza causados por esta afección no responden al tratamiento convencional.
En resumen, los síntomas más habituales del ATM son:
- Dolores o molestias al masticar.
- Dolor de cabeza.
- Dolor de oído o sensación de oídos taponados.
- Ruido anormal al abrir y cerrar la boca.
- Dificultad para abrir y cerrar la boca.
- Rigidez de hombros y cuello.
- Mareos.
- Trastornos del sueño.
¿Qué causa el trastorno de la articulación temporomandibular (ATM) y cómo puedes prevenirlo?
Los trastornos temporomandibulares pueden estar causados por una combinación de problemas articulares anatómicos, contracturas musculares o estrés, sin que muchas veces se encuentre una causa específica.
Otras posibles causas pueden ser la osteopenia, es decir, la reducción de la masa ósea, la artritis, la anquilosis, la hipermovilidad, las maloclusiones y problemas de masticación, el bruxismo y la tensión muscular.
Para prevenir los trastornos de la articulación temporomandibular, es útil consultar a un dentista si sientes tensión matutina en la mandíbula, ya que podría ser un signo de bruxismo nocturno y podrías necesitar un protector de mordida.
Para evitar las molestias, también es bueno prestar atención a la posición en la que se duerme. Es mejor evitar dormir con la cabeza inclinada hacia un lado o con todo el peso de la cabeza sobre la barbilla (una posición muy habitual en las personas que duermen boca abajo).
Diagnóstico del trastorno de la articulación temporomandibular (ATM)
El diagnóstico del ATM se realiza, en primer lugar, mediante un examen objetivo por parte del dentista, seguido de pruebas especializadas como radiografías, TAC o resonancias magnéticas para confirmar el problema.
Durante el reconocimiento, el especialista comprobará si hay chasquidos articulares o dolores musculares colocando sus dedos sobre la cara del paciente mientras este abre y cierra la boca. En esta evaluación también se comprobará si hay una apertura anormal o una dislocación de la mandíbula.
Luxación discal en la articulación temporomandibular (ATM)
En los trastornos de la articulación temporomandibular, se suele sentir dolor en la zona cercana a la oreja, preauricular, y hay limitaciones en el movimiento, a menudo debido a un cambio de posición del disco articular y a la inflamación de la articulación.
Normalmente, el disco articular se sitúa, como una especie de capuchón, por encima del cóndilo mandibular y sigue el movimiento de este durante todas las fases de apertura de la mandíbula (rotación y traslación).
Cuando el disco sufre un desplazamiento anteromedial, se produce una condición llamada dislocación del disco temporomandibular. La luxación del disco es reducible, es decir, al abrir la boca el cóndilo se mueve, el disco mandibular retrocede y vuelve a la posición correcta produciendo un ruido llamado clic articular.
Cuando se da la condición de que el disco ya no vuelve a la posición correcta, el clic articular desaparece y en este caso se habla de luxación discal irreductible. Esta afección conlleva un verdadero bloqueo de la mandíbula, que puede durar unos segundos, minutos u horas, e incluso puede volverse crónico.
La luxación discal irreductible suele manifestarse como un dolor intenso y dificultad para abrir o cerrar la boca. En estas situaciones, es conveniente acudir inmediatamente a un especialista para intentar desbloquear la mandíbula y evitar la cronicidad.
Hay casos en los que la mandíbula lleva demasiado tiempo bloqueada y no es posible recuperar su estado habitual. En estas situaciones, se produce inicialmente un estado inflamatorio de la articulación en forma de derrame articular y, posteriormente, se generan adherencias fibrosas intrarticulares que inducen una reducción de la movilidad articular.
Si tienes cualquier duda, contacta con nosotros sin compromiso y te ayudaremos a resolver tu problema.
