La recesión de las encías o encías retraídas es una afección reversible, común pero subestimada, que afecta a la cavidad bucal y, en concreto, a las encías, que tienden a retraerse.
Este problema, que a menudo es difícil de diagnosticar en sus primeras fases, se produce gradualmente y a menudo lo notamos cuando nos damos cuenta de una sensibilidad particular de los dientes o cuando observamos cambios en su longitud.
Puede parecer que los dientes son más largos, pero en realidad esto es consecuencia del cambio de posición de las encías, que -al retroceder- dejan parte del diente al descubierto. Precisamente por eso hablamos de la recesión de las encías.
Además de su impacto estético negativo, este trastorno es muy problemático porque expone las raíces de los dientes, sobre todo de los caninos y premolares, a la acción bacteriana, crea problemas estéticos para la sonrisa (sobre todo si afecta a la zona frontal) y favorece la sensibilidad dental y el mal aliento, además de consecuencias más graves, como daños en el esmalte superficial, movilidad dental, piorrea y abscesos, con presencia de sangre y pus.
Por su evidente aspecto estético, la recesión de las encías es, por tanto, una afección fácilmente reconocible, pero que no se manifiesta de forma repentina.
Por ello, desde Doctor Toledo explicaremos los principales síntomas y las causas más comunes de las encías retraídas.
Síntomas de la recesión de las encías
- Retroceso de la encía o encías
- Huecos entre los dientes
- Hipersensibilidad de los dientes y la raíz
- Mal aliento
- Encías inflamadas
Los anteriores son los síntomas más frecuentes y comunes de la recesión de las encías. El más presente es sin duda el retraimiento de la encía o encías, por definición de la propia afección.
Como se ha mencionado anteriormente, la retracción de la encía es una condición patológica que provoca un desplazamiento o retroceso de la encía desde su ubicación original hacia el borde superior del diente, es decir, la raíz.
Cuando se produce este problema, la retracción de las encías crea huecos entre los dientes y la línea de las encías, que en la jerga técnica se denominan «bolsas».
Estas cavidades facilitan la formación y proliferación de bacterias, causando diversos daños y molestias. Si no se trata, la recesión de las encías puede dañar permanentemente el tejido y el hueso del diente, provocando su pérdida.
Aunque todos los dientes pueden verse afectados por la retracción de las encías, los más afectados por la recesión gingival son los caninos y los premolares.
Además de las consecuencias estéticas de los dientes expuestos o perdidos, la recesión de las encías también puede causar graves infecciones en la boca, que pueden provocar dolor al masticar y tragar.
El mal aliento, las encías hinchadas y rojas, la hipersensibilidad, el dolor de dientes y el sangrado de las encías son algunas de las quejas más comunes causadas inicialmente por la recesión de las encías. La primera consecuencia de la recesión de las encías es el aumento de la sensibilidad dental, que puede causar diversas complicaciones y molestias durante las actividades cotidianas.
Los dientes sensibles reaccionan con mayor intensidad a los cambios de temperatura y al contacto con instrumentos externos, como el cepillo de dientes. Como resultado, los pacientes con encías retraídas pueden limpiarse los dientes con menos frecuencia y menos a fondo, lo que conduce a una acumulación de sarro y placa, que a su vez puede conducir a la formación de caries.
Nos gustaría insistir en la importancia de la higiene bucal desde el principio, especialmente en presencia de estos síntomas. No basta con utilizar la pasta y el cepillo de dientes una o dos veces al día, sino que se necesitan productos específicos.
Causas de la retracción de las encías
- Hábitos de higiene bucal incorrectos o mala higiene bucal
- Utilizar productos equivocados o no utilizar determinados productos
- Periodontitis
- Gingivitis
- Residuos de alimentos
- Diabetes
- Enfermedades hereditarias
- Deficiencia de vitamina C
- Cambios hormonales y ciclo menstrual
- Fumar
- Bruxismo
- Dientes torcidos
Las mencionadas anteriormente son las causas más frecuentes y comunes de las encías retraídas.
Como ya se ha señalado en numerosas ocasiones, la recesión de las encías no es una condición patológica que aparezca de repente, sino que representa la llamada «punta del iceberg»: es decir, un problema que surge gradualmente como resultado de un comportamiento descuidado o mal tratado, de malos hábitos o de otras patologías.
Por este motivo, la retracción de las encías aparece en la edad adulta, normalmente después de los 40 años, y más raramente entre los pacientes jóvenes.
Pero, ¿cuáles son las principales causas de este trastorno? Los factores que provocan la retracción de las encías son muy similares a las causas de la gingivitis: entre las causas más comunes de este trastorno se encuentran algunos hábitos incorrectos, principalmente relacionados con un cuidado bucal brusco, a veces deficiente, a veces inexistente, o el uso de instrumentos y productos equivocados para la limpieza diaria.
Otras causas que pueden provocar la retracción de las encías son la periodontitis (una infección bacteriana del periodonto, que puede provocar la pérdida de dientes), la gingivitis, la diabetes, las enfermedades hereditarias, la carencia de vitamina C y otras afecciones estrechamente relacionadas con el cuidado bucal.
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