Chicles, enjuague bucal, caramelos… Todos hemos probado una combinación de esos y otros remedios para ocultar e intentar eliminar el mal aliento, especialmente cuando estamos en el trabajo o fuera de casa.
Una de cada cuatro personas ha declarado sufrir halitosis o mal aliento crónico, por lo que es un problema muy habitual.
Las causas de la halitosis son variadas y las hay tanto internas como externas. Los factores externos incluyen la alimentación y otros hábitos como el tabaquismo, es decir, aspectos que no dependen de nuestro cuerpo. Los factores internos engloban la higiene dental y algunas enfermedades sistémicas.
Aunque las causas del mal aliento son muy diversas, desde Doctor Toledo queremos destacar algunas de las más comunes:
1- Mala higiene bucal
A veces, todo lo que se necesita para resolver el problema de la halitosis es un par de cepillados y pasadas del hilo dental adicionales a diario, combinados con el uso de un enjuague bucal.
Si crees que eres propenso al mal aliento, solo tienes que añadir a tu rutina un poco más de tiempo con el cepillo de dientes, llevar siempre contigo un cepillo de dientes de viaje, usar una buena pasta y no olvidar el enjuague bucal.
Por otra parte, la enfermedad periodontal, también conocida como enfermedad de las encías, también puede provocar mal aliento. Esta afección a menudo se debe a una mala higiene bucal, por lo que la manera de resolverla será también aumentando la frecuencia de cepillado.
Además, es conveniente que te hagas al menos dos limpiezas dentales cada año en tu clínica dental de confianza para mantener la salud e higiene de tu boca.
2- Dieta inadecuada
Ciertos alimentos y bebidas pueden alterar mucho el estado de tu aliento. Cuanto más potente y fragante sea el alimento en cuestión, mayor será la probabilidad de que cause mal aliento. Por ejemplo, el ajo, la cebolla y ciertas especias afectan especialmente al olor de tu aliento.
Las partículas que causan el mal olor entran en el torrente sanguíneo y luego se dirigen a los pulmones, así que cuando exhalas los alimentos que has consumido alteran tu aliento.
El café puede ser otro de los culpables de la halitosis, no solo por su sabor, sino también porque la cafeína suele resecar la boca al disminuir la producción de saliva, lo que favorece la aparición de bacterias. Por su parte, el alcohol tiene un efecto similar al del café en el sentido de que reduce la producción de saliva y por lo tanto aumenta la proliferación de bacterias que pueden producir mal aliento.
Asimismo, las dietas con alto contenido en azúcar también pueden afectar al aliento. Como las bacterias se alimentan de azúcares, su consumo puede provocar un aumento de la producción de bacterias y, por tanto, de mal aliento.
Las dietas altas en proteínas o bajas en carbohidratos también pueden alterar el aliento. Tu cuerpo puede tener dificultades para descomponer las proteínas, por lo que, cuando estas no se digieren, pueden liberar gases sulfurosos, lo que desemboca en un peor aliento.
3- Tabaco
No debería sorprendernos que el consumo de tabaco no ayude con el mal aliento, ya que es perjudicial para todos los aspectos de la salud. Cualquier producto a base de tabaco hará que tu aliento tenga un olor desagradable.
Además, el tabaco puede provocarte graves problemas de salud como el cáncer, enfermedades del corazón, accidentes cerebrovasculares o enfermedades pulmonares, entre otros.
4- Problemas digestivos
El estreñimiento, los problemas intestinales y la mala digestión a menudo causan reflujo ácido, lo que provoca que los olores de la comida y la bebida que consumes vuelvan hacia tu boca.
Además, el reflujo ácido constante y de cierta gravedad puede provocar problemas como esofagitis, úlceras, estenosis, neumonía por aspiración y esófago de Barrett, e incluso aumenta el riesgo de padecer cáncer de esófago.
Si crees que tu problema de halitosis puede deberse a causas gastrointestinales, lo mejor es que acudas a un médico digestivo para que pueda ayudarte a resolver el problema de origen.
5- Otras causas médicas
La mayoría de veces, el mal aliento está causado por la proliferación de bacterias que provocan el mal olor pero, en ocasiones, la halitosis puede ser el resultado de enfermedades o dolencias más graves.
Las infecciones respiratorias, el goteo post-nasal, los trastornos sanguíneos e incluso las enfermedades renales pueden cursar con el síntoma del mal aliento.
En conclusión, aunque todos podemos sufrir ocasionalmente de mal aliento, las personas que padecen halitosis deben saber que, en la mayoría de los casos, una mejora de la higiene bucal junto con una visita al dentista pueden encaminarlos hacia la solución del problema.
Si tienes cualquier duda, contacta con nosotros sin compromiso y te ayudaremos a resolver tu problema.
