Es importante tener en cuenta que el tratamiento con implantes dentales comienza incluso antes de colocarlos. En primer lugar, hay que decidir si los implantes son la mejor opción de tratamiento para esa persona concreta, analizando la situación de su salud bucodental y su historia previa.
Además, es esencial informar a los pacientes de la necesidad de mantenimiento y de los riesgos asociados, como son las enfermedades periimplantarias.
En este artículo, desde Doctor Toledo te contamos qué son las enfermedades periimplantarias, cuáles son los factores que las precipitan, cómo prevenirlas y cómo tratarlas.
¿Qué son las enfermedades periimplantarias?
La enfermedad periimplantaria es un término colectivo que engloba la mucositis periimplantaria y la periimplantitis, dos afecciones que se distinguen principalmente por su gravedad.
La mucositis es en la inflamación y, en ocasiones, sangrado de los tejidos y mucosas que se encuentran alrededor del implante. Es una fase leve de la enfermedad que, si no se trata a tiempo, puede derivar en una periimplantitis, en la que la afección afecta también al hueso de soporte.
Entre un 10 y un 20% de los pacientes que tienen implantes dentales pueden sufrir enfermedades periimplantarias, normalmente a partir de los 5 años de la colocación. Por ello, es importante conocer cómo se puede prevenir la aparición de estas dolencias, así como cuáles son los factores de riesgo que las favorecen.
Factores de riesgo de las enfermedades periimplantarias
El hecho de colocar un implante dental ya entraña cierto riesgo de desarrollo de enfermedad periimplantaria, debido a la formación de biofilm sobre la superficie del implante. No obstante, la probabilidad de que estas afecciones se desarrollen dependerá en gran medida de los hábitos del paciente.
La mala higiene bucal y el tabaquismo son dos de los factores de riesgo más relevantes para el desarrollo de este tipo de enfermedades. Los antecedentes de periodontitis, así como la periodontitis en curso, también se consideran factores de riesgo, aunque los pacientes tratados con éxito de periodontitis que se adhieren a un programa de mantenimiento periodontal no se clasifican automáticamente como pacientes de riesgo.
Otros factores de riesgo pueden ser la diabetes mal controlada, la presencia de cemento residual submucoso y tener más de tres implantes dentales.
Prevención de las enfermedades periimplantarias
La prevención del desarrollo o la reaparición de la enfermedad debe ser siempre el objetivo principal de un programa de mantenimiento. Este programa debe adaptarse individualmente al perfil de riesgo del paciente, que también debe reevaluarse con el tiempo.
Lo más importante es mantener una adecuada higiene bucodental y seguir los consejos marcados por el especialista. Además, deben evitarse hábitos nocivos como el tabaco y acudir regularmente a un dentista especializado que se asegure de que el implante está totalmente sano.
La frecuencia con la que se debe acudir a las revisiones con el dentista varía en función del perfil de riesgo del paciente, así como de su capacidad para llevar a cabo un correcto cuidado de la salud bucodental, de acuerdo con las recomendaciones proporcionadas.
Tratamientos de las enfermedades periimplantarias
Durante la visita de mantenimiento, es muy importante que el dentista evalúe el nivel de higiene bucal del paciente y busque signos de enfermedad como el enrojecimiento y la inflamación, así como el sangrado en la exploración, que se considera un parámetro clave para el diagnóstico de mucositis periimplantaria.
La detección de los signos tempranos de la enfermedad periimplantaria es imprescindible para evitar la progresión de la misma. La mucositis es una afección reversible pero, si no se trata a tiempo, puede evolucionar a una periimplantitis mucho más difícil de tratar.
El tratamiento de la mucositis periimplantaria consiste en el desbridamiento mecánico de la superficie del implante, el refuerzo de la higiene bucal y, posiblemente, el tratamiento coadyuvante con enjuagues antisépticos. Por su parte, la periimplantitis requiere tratamientos más complejos, incluso la cirugía.
Factores de riesgo y éxito
Controlar la formación de biofilm en la superficie del implante es de suma importancia para la salud periimplantaria. La mala higiene bucal se considera uno de los factores de riesgo más importantes para el desarrollo de la enfermedad, mientras que el control eficaz de la placa es uno de los factores más importantes para el éxito y la previsibilidad del tratamiento periimplantario.
También parece que se producirá una reacción inflamatoria más intensa en la mucosa periimplantaria debido a la acumulación de placa alrededor de los implantes, en comparación con la reacción tisular resultante de la acumulación de placa alrededor de los dientes naturales. Los estudios en animales también muestran que la lesión será más grave en la mucosa periimplantaria que en el tejido que rodea a los dientes naturales.
Guiar al paciente hacia el autocuidado
Para satisfacer las diferentes necesidades de higiene bucal, existe una amplia gama de utensilios de limpieza en el mercado. Se recomienda el uso de cepillos interdentales de tamaño adecuado o hilo dental para la zona entre los implantes. Para las demás zonas, se recomienda un cepillo de dientes tradicional.
El dentista se ocupará de ofrecer los consejos más adecuados y enseñar a los pacientes las técnicas correctas de higiene bucal, pero después de esto, es responsabilidad de cada uno llevar a cabo los cuidados bucales en casa.
Hay que destacar la importancia de que el paciente conozca la función de la buena higiene bucal para la futura salud del implante y el éxito del tratamiento. Por lo tanto, un programa de mantenimiento bien diseñado que incluya la educación del paciente es un requisito previo para prevenir el desarrollo y la progresión de la enfermedad.
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