La pérdida de dientes y la atrofia ósea en el maxilar superior pueden generar dificultades a la hora de optar por soluciones tradicionales como los implantes dentales convencionales. Para estos casos, la implantología ha desarrollado un procedimiento especializado: los implantes cigomáticos.
Este tratamiento es una opción avanzada para aquellos pacientes con una pérdida ósea severa, permitiendo recuperar la funcionalidad y la estética de la sonrisa sin necesidad de injertos óseos. Su anclaje en el hueso cigomático, una estructura ósea sólida y estable, hace posible la colocación de una prótesis fija en menos tiempo y con resultados predecibles.
¿Qué son los implantes cigomáticos?
Los implantes cigomáticos son un tipo de implante dental diseñado específicamente para pacientes con atrofia ósea severa en el maxilar superior. A diferencia de los implantes tradicionales, que se insertan en el hueso alveolar, los cigomáticos se anclan en el hueso cigomático o pómulo, una estructura ósea más densa y resistente.
Estos implantes son más largos que los convencionales, ya que deben alcanzar el hueso cigomático para proporcionar la estabilidad necesaria para la rehabilitación dental. Generalmente, su longitud varía entre 30 y 55 mm, en comparación con los implantes convencionales, que miden entre 8 y 15 mm.
El diseño y la técnica quirúrgica de los implantes cigomáticos han sido perfeccionados a lo largo de los años, convirtiéndose en una alternativa altamente eficaz para personas que, de otro modo, necesitan injertos óseos o tratamientos más prolongados antes de recibir una prótesis fija.
¿Cuándo están indicados los implantes cigomáticos?
Los implantes cigomáticos están recomendados para aquellos pacientes que presentan una pérdida ósea extrema en la zona maxilar superior, lo que impide la colocación de implantes convencionales. Entre las situaciones más comunes que pueden requerir esta técnica se encuentran:
- Reabsorción ósea severa: La pérdida de dientes con el paso del tiempo provoca una disminución progresiva del hueso alveolar, haciendo que los implantes tradicionales no tengan suficiente soporte.
- Pacientes con enfermedad periodontal: La periodontitis puede ocasionar una destrucción importante del hueso maxilar, comprometiendo la viabilidad de los tratamientos implantológicos convencionales.
- Personas que han usado dentaduras removibles durante muchos años: El uso prolongado de prótesis removibles puede acelerar la reabsorción ósea, reduciendo drásticamente la cantidad de hueso disponible.
- Fracaso previo de injertos óseos: En algunos casos, los injertos de hueso no generan los resultados esperados, ya sea por reabsorción del injerto o por falta de integración adecuada.
- Pacientes que desean una solución rápida y definitiva: Los implantes cigomáticos permiten la colocación inmediata de una prótesis fija en muchos casos, lo que supone una ventaja para quienes buscan una recuperación funcional y estética en el menor tiempo posible.
Diferencias entre implantes cigomáticos e implantes tradicionales
Los implantes cigomáticos son una alternativa diseñada para pacientes con pérdida ósea severa en el maxilar superior, ya que, a diferencia de los implantes tradicionales que se anclan en el hueso maxilar, estos se fijan en el hueso cigomático o pómulo, una estructura más densa y resistente que no sufre reabsorción con el tiempo.
Los pacientes pueden optar por una rehabilitación fija sin necesidad de injertos óseos, lo que simplifica el tratamiento y mejora la estabilidad a largo plazo. Además, debido a su función, los implantes cigomáticos son más largos, alcanzando entre 30 y 55 mm, frente a los 8-15 mm de los implantes convencionales.
Otra gran ventaja de los implantes cigomáticos es la posibilidad de colocar una prótesis fija provisional el mismo día de la cirugía, un procedimiento conocido como carga inmediata, lo que reduce significativamente el tiempo de espera para recuperar la funcionalidad y la estética dental. En contraste, los implantes tradicionales pueden requerir meses de tratamiento si el paciente necesita injertos óseos previos para garantizar su correcta integración.
En definitiva, aunque ambos tipos de implantes buscan restaurar el diente, los implantes cigomáticos son una solución más rápida para quienes tienen una gran reabsorción ósea en el maxilar superior.
Procedimiento de colocación de los implantes cigomáticos
El proceso de colocación de los implantes cigomáticos es más complejo que el de los implantes convencionales, debido a la mayor longitud de los implantes y a la precisión necesaria para su correcta fijación en el hueso cigomático.
1. Evaluación inicial y planificación del tratamiento dental
Antes de proceder con la cirugía, es fundamental realizar un estudio detallado del paciente para garantizar el éxito del procedimiento. Para ello, se llevan a cabo radiografías en 3D y tomografías computarizadas (TAC), herramientas esenciales para evaluar la cantidad y calidad del hueso disponible en el maxilar superior. Estas pruebas permiten al especialista determinar la ubicación exacta y el ángulo adecuado en el que se colocarán los implantes cigomáticos, asegurando su correcta integración en el hueso cigomático.
Además, en esta fase se analizan otros aspectos relevantes, como la salud general del paciente, la existencia de posibles infecciones bucales y las características de la mordida. Una planificación minuciosa es clave para minimizar riesgos y optimizar los resultados.
2. Anestesia y sedación bucal
El procedimiento de colocación de implantes cigomáticos es una intervención quirúrgica que requiere un enfoque preciso para garantizar la seguridad y comodidad del paciente. Por ello, se administra un tipo de anestesia dental en la zona local combinada con sedación consciente en la mayoría de los casos, permitiendo que el paciente permanezca relajado y sin dolor durante la cirugía.
En estas situaciones se puede optar por anestesia general, lo que implica que el paciente estará completamente dormido durante la intervención. La elección del tipo de anestesia dependerá de factores como la duración del procedimiento, el estado de salud del paciente y las recomendaciones del especialista. Antes de la cirugía, se realizará una valoración médica para determinar cuál es la opción más adecuada.
3. Colocación de los implantes cigomáticos
Una vez aplicada la anestesia, el cirujano realiza una incisión en la encía para acceder al hueso cigomático. Este es un proceso delicado que requiere de una planificación previa precisa para evitar estructuras anatómicas sensibles. A continuación, se perfora cuidadosamente el hueso para permitir la inserción de los implantes cigomáticos.
Durante esta fase, es fundamental que el especialista garantice una colocación estable y segura, ya que de ello dependerá el éxito de la rehabilitación. Una vez fijados los implantes, se sutura la zona y se procede a la siguiente fase del tratamiento.
4. Carga inmediata o provisional de los implantes cigomáticos
Uno de los mayores beneficios de los implantes cigomáticos es la posibilidad de colocar una prótesis provisional fija el mismo día de la cirugía, lo que permite al paciente recuperar tanto la funcionalidad masticatoria como la estética dental de manera inmediata.
Este proceso se conoce como carga inmediata, y representa una gran ventaja frente a otros tratamientos que requieren meses de espera antes de colocar la prótesis definitiva. La prótesis provisional se ajusta cuidadosamente sobre los implantes recién colocados, asegurando una distribución uniforme de la carga para evitar sobrecargas innecesarias.
5. Cicatrización e integración ósea de los implantes cigomáticos
Tras la colocación de los implantes cigomáticos y de la prótesis provisional, comienza un proceso clave conocido como osteointegración, mediante el cual el implante se fusiona de manera estable con el hueso cigomático. Este proceso suele durar entre 4 y 6 meses, y es fundamental para garantizar la durabilidad y resistencia de los implantes a largo plazo. Durante este tiempo, el paciente deberá seguir ciertas indicaciones postoperatorias tras un implante dental.
Una vez completada la fase de cicatrización y verificada la estabilidad de los implantes, se procede a la colocación de la prótesis definitiva, diseñada a medida para proporcionar una funcionalidad y estética óptimas.
Ventajas de los implantes cigomáticos
Los implantes cigomáticos son una solución avanzada para pacientes con pérdida ósea severa en el maxilar superior, ofreciendo múltiples ventajas frente a los implantes tradicionales.
- No requieren injertos óseos, reduciendo el tiempo de tratamiento: Al fijarse en el hueso cigomático, estos implantes evitan la necesidad de injertos óseos, lo que acorta el tiempo total del tratamiento y disminuye posibles complicaciones. Esto permite una integración más rápida y segura, con una tasa de éxito elevada.
- Permiten la colocación de una prótesis fija inmediata: Gracias a la carga inmediata, el paciente puede recibir una prótesis fija provisional el mismo día de la cirugía, recuperando la función masticatoria y la estética de inmediato. Esto evita largos periodos sin dientes o con prótesis removibles.
- Mayor estabilidad y durabilidad a largo plazo: El hueso cigomático es más denso y resistente que el maxilar, lo que garantiza una fijación sólida y permanente. A diferencia del hueso alveolar, no se reabsorbe con el tiempo, proporcionando una solución más estable y duradera.
- Menos cirugías y menor riesgo de complicaciones: Al eliminar procedimientos previos como los injertos óseos, se reducen las cirugías adicionales y el riesgo de infecciones o fallos en la integración del implante. Esto hace que el proceso sea más seguro, predecible y eficiente para el paciente.
Implantes para la atrofia ósea
Los implantes cigomáticos han supuesto una revolución en la implantología dental, ofreciendo una alternativa eficaz para los pacientes con pérdida ósea severa en el maxilar superior. Su capacidad para proporcionar una solución fija y duradera sin necesidad de injertos óseos los convierte en una opción altamente recomendable en casos de atrofia ósea extrema.
Si bien requieren un estudio minucioso para garantizar un resultado óptimo, los dentistas en Zaragoza, en las clínicas del Doctor Toledo. Contamos con la formación y experiencia necesaria para llevar a cabo este procedimiento con seguridad y precisión. Para quienes han sido descartados como candidatos a implantes convencionales, esta técnica representa una solución definitiva para recuperar su sonrisa y calidad de vida.