En ocasiones, las mandíbulas superior e inferior no encajan bien al cerrar la boca, lo que se conoce como maloclusión. En función del tipo de maloclusión, pueden distinguirse diferentes clases de mordida, que se pueden corregir con tratamientos de ortodoncia en la mayoría de casos.
Es importante tratar las maloclusiones, ya que pueden causar problemas como un desgaste prematuro de los dientes, enfermedades de las encías y un patrón de masticación disfuncional. La maloclusión también puede causar trastornos de la ATM y afectar al desarrollo del habla y a la autoestima.
Un dentista especializado podrá diagnosticar con precisión el tipo de maloclusión y recomendar el tratamiento más adecuado, para así corregir la alineación entre ambas mandíbulas.
En este artículo, desde Doctor Toledo te contamos cuáles son los tipos de mordida con maloclusión más frecuentes, qué posibles causas pueden originarlas y cuáles son los tratamientos indicados.
Causas de la mordida con maloclusión
En muchas ocasiones, la maloclusión se debe a causas genéticas, aunque también encontramos algunos hábitos que pueden afectar negativamente. Entre ellos, destacan los siguientes:
- Chuparse el dedo durante la infancia, así como un exceso de biberón o chupete.
- Golpes fuertes que provoquen lesiones, afectando a la mordida.
- Pérdida de dientes.
- Apiñamiento o separación excesiva de los dientes.
- Otros hábitos como respirar por la boca, morderse las uñas, deglución atípica, etc.
Tipos de mordida con maloclusión
Cuando los dientes del maxilar superior e inferior no se juntan correctamente, se habla de problemas de mordida o maloclusión. A continuación, veremos algunos de los más comunes.
Mordida cruzada
Hablamos de mordida cruzada cuando los dientes frontales o laterales superiores muerden por detrás de los dientes inferiores. Es uno de los tipos de mordida más comunes, que puede corregirse con ortodoncia. Cuando afecta a varios dientes, puede ser necesario un expansor del paladar, para aumentar la anchura del mismo.
Corregir una mordida cruzada es esencial, porque a largo plazo puede provocar un desgaste prematuro de los dientes. Este desgaste contribuye al desarrollo asimétrico de los maxilares, afecta a los patrones de masticación y puede provocar enfermedades de las encías. También puede generar problemas de autoestima, ya que provoca que el mentón sobresalga.
Mordida abierta
Como el término sugiere, una mordida abierta se da cuando los dientes superiores e inferiores no quedan unidos al cerrar la boca, por lo que queda un espacio libre entre ellos. Es un defecto bastante visible, que puede provocar que los dientes posteriores se desgasten prematuramente, influir en la masticación y contribuir al trastorno de la ATM.
Una de las causas más comunes de la mordida abierta es el hábito de chuparse el dedo. No obstante, puede corregirse con tratamientos de ortodoncia, que en algunos casos deben combinarse con cirugía, especialmente en los adultos.
Sobremordida
La sobremordida se produce cuando los dientes superiores se superponen demasiado sobre los dientes inferiores; si llegan a cubrirse por completo, se habla de mordida profunda.
Este tipo de mordida puede deberse a causas genéticas, como el crecimiento excesivo de los dientes superiores o del hueso de soporte, aunque también puede ser causada por malos hábitos. Puede tratarse con ortodoncia y, si no se corrige, puede provocar enfermedad periodontal debido a que los dientes inferiores siempre están mordiendo el tejido gingival del paladar.
Mordida cerrada
La mordida cerrada se produce como consecuencia del desgaste excesivo de los dientes y suele aparecer en personas de edad avanzada. Si no se trata, puede llegar a ocasionar daños en el esmalte, así como el desgaste del tejido facial inferior.
Habitualmente, este tipo de mordida se trata con ortodoncia o con prótesis, como carillas o coronas dentales.
¿Cómo se trata la maloclusión dental?
Como hemos ido mencionado a lo largo del artículo, existen diversos tratamientos para corregir los problemas de mordida. Los más comunes son los de ortodoncia, a veces combinados con cirugía o con tratamientos protésicos.
- Ortodoncia tradicional: Los brackets son uno de los tratamientos para corregir la maloclusión que se utilizan con más frecuencia. Este tipo de ortodoncia metálica ayuda a alinear los dientes y la mandíbula para arreglar la mordida y conseguir una sonrisa perfecta.
- Ortodoncia invisible: Los tratamientos de ortodoncia invisible, muy populares en los últimos años, pueden tratar la mayoría de tipos de maloclusión dental. Estos aparatos son removibles y pueden extraerse para comer, así como para una mejor limpieza. Durante el tiempo que se llevan puestos, ejercen presión sobre los dientes y la mandíbula para lograr una alineación adecuada.
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